Cada vez son más los conductores que se decantan por un coche automático. Su comodidad al volante es indiscutible, pero también lo es el desconocimiento que existe sobre su correcto uso. Y es que muchos hábitos, aparentemente inofensivos, pueden terminar provocando una avería grave y muy costosa en la caja de cambios.
Uno de los errores más comunes ocurre al estacionar el vehículo. La mayoría de los conductores, nada más detener el coche, colocan la palanca directamente en la posición “P”. ¡Gran error!.
¿Por qué no debes poner la “P” directamente?
Cuando introduces la palanca en P, un pequeño mecanismo llamado trinquete de estacionamiento bloquea la transmisión para impedir que el coche se mueva. Si el coche todavía tiene algo de inercia o no se ha asegurado antes con el freno de mano, todo el peso del vehículo recae sobre esa pieza.
Con el tiempo, este mal hábito puede provocar holguras, roturas o incluso dejarte el coche bloqueado, con una factura de reparación que puede superar fácilmente los miles de euros.
El procedimiento correcto al aparcar un coche automático
Para proteger la caja de cambios y alargar la vida útil de tu vehículo automático, el orden correcto de actuación es el siguiente:
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Detén el coche por completo y pon la palanca en Neutro (N).
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Activa el freno de mano, ya sea con botón eléctrico o palanca manual.
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Manteniendo siempre pisado el pedal del freno, pasa la palanca a la posición P.
De esta manera, el peso del vehículo queda asegurado por el freno de mano y no por el delicado mecanismo de la caja de cambios.
Un pequeño gesto que evita una gran avería
Las averías en cajas de cambios automáticas son de las más caras en cualquier taller. Además, no suelen ser reparaciones rápidas ni sencillas, por lo que también te obligarán a dejar el coche varios días inmovilizado.
En conclusión: si conduces un vehículo automático, recuerda este sencillo hábito. Unos segundos de precaución al estacionar pueden ahorrarte miles de euros y muchos quebraderos de cabeza.
